Los cuásar son regiones centrales muy brillantes de galaxias lejanas, que emiten grandes cantidades de energía electromagnética debido a la caída de materia a sus agujeros negros.
Este objeto se ha venido observando desde 1891 y se ha podido comprobar que en períodos de unos 12 años, se produce un aumento de brillo. Recientemente se ha descubierto que se producen dobles picos en cada uno de esos estallidos. El Profesor Mauri Valtonen de la Universidad de Turku, en Finlandia, propone un modelo para explicar este fenómeno, que se basa en la presencia de dos agujeros negros de masas desiguales, en el que el menor orbita al mayor. A lo largo de su órbita, el más pequeño cruza los discos de acreción del agujero negro mayor, momento en que se producen subidas de brillo que pueden ser detectadas desde la Tierra para poder calcular el período de rotación.
Valtonen y su equipo analizaron los estallidos anteriores y pronosticaron un nuevo estallido para los últimos días de noviembre de 2015. Se creó una red de observadores a nivel mundial para certificar el fenómeno, tanto profesionales como aficionados de Japón, Corea del Sur, India, Turquía, Grecia, Finlandia, Polonia, Alemania, Reino Unido, EEUU, México y España, coordinados todos ellos desde Polonia. Entre los observatorios españoles se encuentra, entre otros, el de Ponferrada, desde donde se captan imágenes del objeto cada noche durante 90 minutos, resultando una serie de imágenes que se utilizan para obtener la curva diaria de luz.
Las conclusiones obtenidas con los datos aportados por los observadores, sirvieron a Valtonen y su equipo para desarrollar su modelo de agujero negro binario y calcular la masa del agujero negro central utilizando la Teoría de la Relatividad de Einstein, momento en que se cumplen sus 100 años.
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| Una de las imágenes del cuásar captada desde Ponferrada. En este momento presentaba mag. 14.6 V. |
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